inventándome la vida

jueves, julio 06, 2006

Los huecos propios


No es que sea ni lo haya sido nunca una persona inmovilista y dada al mantenimiento de costumbres, de modos de vida. Me gusta la novedad de la mejora como si hubiera una noche fuera de mis noches de siempre que se me apareciera de pronto sugestiva y tentadora. Pero hay modos de vida que son casi pliegos de la piel, un último perfume que ya no se puede cambiar, forman casi sino ética, estética.

Es lo que yo llamo los huecos propios, las maneras de acercarse, de estar entre la gente, de que sepan reconocerte, de que cuando uno escribe si empleas tus metáforas, no se sabe bien si son las metáforas las que te emplean a ti, si es tu estilo o el estilo contigo. En esos huecos propios hay costumbres, horarios con las manecillas del reloj a voluntad, formas de alimentar el ocio, la actividad, tu personalidad.

Viene a cuento de que estos días lo voy a cambiar un poco, no los voy a elegir del todo al vivir en casa ajena por muy cercana que sea. Allí hay genes, pedazos de piel y sufrimiento de hace años, sufrimientos aceptados y fructíferos. Pero no va a ser mi hueco propio, mi charco de calor y de placer, mi dependencia, mi duración y mi prolongación.

Si escribo en esta página diferente, será porque veo que ciertas cosas me las habrán cambiado, la costumbre del café al levantarme que sea eso una costumbre alimenticia en lugar de los que es para mí cada mañana en mi propio entorno: una necesidad, un placer al que le consigo aumentar sus capacidades de placer. Puede que lea más, o menos, no lo sé. Cuando no lo esté haciendo será una mágica vigilia para terminar haciéndolo. Quizá de todo descanse un poco , pero es que mi tipo de actividad es no descansar y mejor ni sentir la necesidad de descanso.


Todo, ya lo sé, por unos días fuera de casa, casi en casa. Todo junto a seres que no tienen que esforzarse nada para testimoniar su cariño, su necesidad de tenerme alguna vez cuando median distancias que pueden ser más largas de lo que debieran ser porque no debieran ser nada. Conviene quienes se quieren que se quieran de cerca, que tropiecen las miradas muchas veces y nunca te tengan que preguntar cómo estás porque saben cómo estás.

Pero voy a volver enseguida a casa con billetes de vuelta de esos que siempre quedan vueltas, a mi ordenador, desordenado pero propio, a estar más veces solo. Voy a volver porque siempre se vuelve cuando no se ha ido del todo, cuando casi con tus sitios, tus huecos, tus costumbres casi te lo has dejado todo porque es propio, porque lo elijo cada vez, porque no es mi familia sino mi propia persona.

Ya lo sé que hay poderosas razones dentro de cualquier familia calificada sinceramente de buena. Pero el estrecho pedazo personal de mi forma de vivir mi vida, ese me lo hago yo solo y lo saboreo cada día con errores, pero muchas satisfacciones.

2 Comments:

At 11:55 a. m., Anonymous Anónimo said...

Conociéndote se que crearás tu propio espacio dentro de ese espacio ajeno aunque familiar y lleno de cariño. Eres así, y eso es lo que te hace especial.

Los huecos que has dejado te estarán esperando y saben que volverás a ocuparlos con mas intensidad, porque les has echado de menos.

Un beso.

 
At 3:50 p. m., Blogger inventandomelavida said...

Sí, me están esperando pero lo que tengo aquí, lo que es parte de mi vida también, aquí necesito que siga donde lo he dejado.

 

Publicar un comentario

<< Home