"Esto no puede acabar así"

No, esto no puede acabar así, Olga, le he escrito en la primera página del libro. Pero depende de nosotros como casi todo. Y hoy me sirve esta idea para insistir en algo que tenía hace tiempo descuidado. No puede ser que sea –precisamente el tiempo- quien mantenga lo que ya no tiene base, la perdió por esos avatares que nos trae la vida, fabricados y manejados, sobre todo, por nosotros mismos. Igual que Arranz dice que se sentía en la obligación moral, personal, de escribir ese libro, me digo a mi mismo, que hace tiempo lo que puede constituir un área de vida elegida por mí, con más o menos consistencia, ver si debe tener continuidad o ya no corresponde a mi propia evolución personal.
Igual que en nuestras vidas las cosas van cambiando, las cercanías de nuestras propias entretelas, del ocio, del roce en el sentimiento externo, de la afición, de la necesaria búsqueda de puntos de vista comunes, si es preciso cambiarlas hemos de tener la sinceridad de hacerlo. Tampoco quiere decir que olvidemos lo que constituyó un poso verdadero añadido a nuestra propia vida. Pero no voy a cambiar, en cambio, nunca, todo ese entramaje que ha constituido y constituye mi vida desde niño, con sus orígenes detrás, sólidos, valiosos, provenientes de mi propio nacimiento. Ni nadie debe intentar hacérmelas cambiar, salvo que haya una dura reacción mía por querer romperlos, cualquiera que se aproxime debe traer puesto el ropaje del respeto.
Por eso ayer cuando alguien me recordaba que es indebido intentar hacerlo, hasta provocar influencia alguna y que eso estaba previo a cualquier manifestación-no sólo me lo recordaba sino que lo practicaba- le daba unas espontáneas pero sinceras gracias. Sólo testimoniaba al decírmelo, su estilo, su calidad de miras, su cultura.
Lo que sí que hay otras cosas que pueden acabar así, las elegidas, las que deben tener un final espontáneo y sencillo, las que si un día les llega su término hay que saber asumirlo, quien lo provoca y quien lo espera con todo un desarrollo este tiempo de ejemplares comportamientos que han hecho como al autor del libro del que empecé a hacer referencia al principio, que ante estas situaciones saque su lado más humano junto a una envidiable, verisimilitud y credibilidad.
Este libro va a tener eco, creo yo, porque como muy bien se plantea, su autor, si uno no tiene eco para qué seguir escribiendo. Enseña en sus relatos a rebatirlo todo con el escepticismo o a creértelo como si no fuera literatura. Por citar un ejemplo que él pone, algo intencionadamente cómico, cuando Chet Baker, el virtuoso de la trompeta de jazz cuenta en sus memorias que una noche, hizo el amor diecisiete veces en un coche con una mujer, afirma muy seguro: “Qué quieren que les diga, a mí no me parecen tantas”.
A mí acabar con las cosas que no deben ser como eran, ya no me parece tan difícil.
2 Comments:
Hoy mi comentario se quedará con tu última frase: "A mi acabar con las cosas que no deben ser como eran, ya no me parece tan difícil" y añado " a mi comenzar algo nuevo, sintiendo sensaciones que vienen dirigidas exclusiva y personalmente para llenar mi vida sobre un manto de flores, me parece la única manera de vivir".
Finalizo con un GRACIAS en nombre de esa personita a quien diriges parte de este hermoso relato.
Un beso, desde mi corazón
No, no es tan difícil hacerlo, sobre todo si lo que puedes empezar con dignidad y respeto mutuo es tan hermoso.
Necesitaba esa manera de vivir para no morir. Túmbate sobre esas flores, sólo pueden ser para ti.
Esa personita del relato es ya mucha mujer y se merece lo mejor.
Un beso a las dos
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