inventándome la vida

lunes, julio 24, 2006

Los afectos


Prefiero las historias que forman nuestras vidas a base de afectos. Hay acontecimientos que las van marcando, metas a las que vamos llegando, triunfos personales, gestos que valoran los demás. Yo en cambio prefiero de cada persona a la que llego al menos en alguna medida a un ápice de su intimidad, valorarla, calibrarla por los niveles de sus afectos, los que dio, los que recibió.

Son una corteza de piel y esfuerzo, de entrega y recepción, una identificación que nos valdrá cada vez más a medida que vayan pasando los años. Afectos propios inherentes a genes, a uniones, pero otros no menos valiosos que casi no tienen motivo, son consecuencia de un gesto, de detalles al acercarnos a alguien que quizá el tiempo y la propia vida no nos va a mantener muy cercanos, ni mucho menos insistentes, pero que dan valor, forman tinte personal, rango de nuestra historia, sí, nada menos que de nuestra historia.

A veces utilizamos términos afectivos un poco a la ligera. No debe de hacerse, pero si en cambio no debemos escatimar las palabras testimoniales de esos afectos hacia quienes se los hayan ganado, hacia quienes sean acreedores y entonces, no los escatimemos. Hay maneras de demostrarlos que no son palabras, sino hechos, de más o menos relevancia, gestos, indicios de acercamiento. Pero también no lo olvidemos, la riqueza del término empleado a su debido tiempo y con la necesaria fuerza y veracidad hace mella en quien lo aporta y a quién lo recibe.

Hace historia, crea vida, es biografía. Parece que utilizar como instrumento el corazón da a entender a veces cierta coincidencia en muchos acontecimientos que vemos y que puede restar valor. Pero dándole vueltas, no hay otra solución, es una dádiva del corazón, del receptáculo de los sentimientos, de la humedad de nuestros llantos cuando nos los han provocado, de la sonrisa desconocida cada vez y hermosa siempre.

Quiero, pues, saber de cada uno de los seres que más quiero, lo que más quiero: la historia de sus afectos.

3 Comments:

At 6:38 p. m., Anonymous Anónimo said...

El término empleado a su debido tiempo hace mella en quien lo dice y quien lo recibe.

Asi es. Y tu forma de decir tus afectos te hacen especial ante los que los recibimos. Tienes mucho que dar y mucho que recibir porque formas parte de la historia de esos afectos de las gentes que tenemos la suerte de contar con tu cariño.

Un beso muy especial. Ya sabes por qué.

 
At 10:57 a. m., Anonymous Anónimo said...

Es que hay que vivir de eso, formar historia con eso, con los afectos, bolbo. Tú tambien sabes muy bien lo que es darlos y recibirlos.

Recogido y devuetlo ese beso muy especial

 
At 2:50 p. m., Anonymous Anónimo said...

I love your website. It has a lot of great pictures and is very informative.
»

 

Publicar un comentario

<< Home