inventándome la vida

jueves, julio 27, 2006

La longitud de la mirada


La imagen que encabeza este texto se titula “te estoy mirando”. Creo que es lo más bello que podemos hacer inmediatamente con un ser humano: mirarlo. Mirándolo sabremos enseguida lo que tiene detrás, de lo que anda sobrado o escaso, mirándolo crearemos pausas para luego, cuando ya no esté delante, dejaremos en él recuerdos y nos los llevaremos nosotros también.

Pero hasta dónde debe llegar esa mirada, qué longitud debe tener. Eso es cosa de cada uno, de las ganas de hacerlo, del deseo de saber y de querer acercarse. Mirando se puede decirle al otro ser casi todo y esperar que él sepa decírnoslo. Hay que insistir en la longitud, al menos a mí me gusta, ir haciendo camino para mezclando luego símbolos, maneras y palabras, encontrar coincidencias, satisfacciones.

“Te estoy mirando” como un aviso obsceno, pulcramente obsceno, un principio anticipo de un término, no te vayas, quédate para luego o apártate definitivamente porque no supiste dejar resquicios de mirarte y para mirarte. Sí, una forma de advertencia, unas conversaciones sueltas que terminan en miradas más pendientes, unas intimidades para darle longitud a esas miradas. Me cuesta pensar que sea una advertencia o un rechazo, casi no me paro ni a mirarle ni a mirarla cuando no va a valer la pena, cuando el recorrido vaya ser inservible y corto.

Dará lo mismo el lugar, la postura, la pintura de los ojos de una mujer si es que la lleva o la imaginamos, los párpados quietos porque no caben longitudes, expectativas, parpadeando. Es el comienzo de un largo camino, tendremos que ir tomando notas en el pensamiento para cuando volvamos a emplear semejante mirada o nos miren de nuevo y sepamos ya la longitud y el por qué de esa mirada.
Habrá que buscar defintivamente la belleza de cada mirada y como poco decía, su historia al hacerla nuestra, sus gestos testimonio de sus afectos.

3 Comments:

At 5:05 p. m., Anonymous Anónimo said...

Es que no hay nada que hable mas claro que una mirada, las honestas, las limpias, las que no lo son, las que mienten, las que aman, las que rien o las que sufren.

Nada habla mas claro que nuestros ojos. Solo depende de quien se mire en ellos para que sepa distinguir lo que le dicen.

Tu sabes leer cuando miras.

Un beso.

 
At 4:24 p. m., Anonymous Anónimo said...

Sí, viendo unos ojos y poniendo en ellos la profundidad de los nuestros es fácil leer.

Y me resulta como dices fácil leer porque sé dónde he de ponerlos y sé encontar la belleza en quellos que la tienen.

Cada vez, cada vez.

Un beso

 
At 2:41 p. m., Anonymous Anónimo said...

Your are Nice. And so is your site! Maybe you need some more pictures. Will return in the near future.
»

 

Publicar un comentario

<< Home