inventándome la vida

lunes, julio 10, 2006

La dialéctica del delirio


Con la dialéctica del delirio que cada uno nos vamos necesariamente montando en la vida, con su recompensa luego, nadie gana y todo parece que sigue igual, pero no es así, detrás hay un cierto misterio, una poderosa ilusión que nos mantiene en pie y hasta nos da alas de un poderío desconocido hasta entonces.

Puede servir para que siguiendo los dictados de la naturaleza, un hombre y una mujer tranquilizan su pasión haciendo que sus orgasmos no coincidan, se contemplen cuando ocurre en el área más poderosa del placer hasta sin miedo a no tener placer a la vez en el momento para poder obtener en cambio como primer e inalcanzable paso, aprender a conocerse, a entenderse.

Ella le puede aportar a él, tarimas de entendimiento, entonces superiores al mero placer, él, besar antes sus pechos que sus labios, admirarse de cómo gira sus cabellos porque la llaman, viene la espera inmediata y breve pero luego la vuelve a ver ya enredados esos cabellos de nuevo para seguir la senda del entendimiento. Conocimiento antes que puro placer.

Vendrán luego bienvenidas para volverse a la vida de golpe, para preguntar qué tienes, sabiéndolo ya antes de preguntarlo ofreciendo una mano de acercamiento que más que acercar, une. Será todo caminos con una dialéctica propia y de asombro que lleven a ese delirio, a ese placer después.

Hasta dicen que en los bancos donde se pone el dinero, los del nombre y un DNI después, ya lo admiten: los primores del mimo que hace días que uno debe; las ilusiones más fértiles que son pensamiento para que sean luego presente; poderles poner en las cuenta un especial nombre: “estoy con ella”, “ya lo sé pero no puedo evitarlo”, “quiero hacerlo”. Titulares de cuentas implacables al deterioro o la baja, asombrosos y sonrientes para los interventores de esos bancos sin casi clientes.

No, nada allí tiene aires de engaño, cualquier inversión está pagada en intereses con creces, tiene esa exuberancia mínima pero asombrosamente máxima, restos del delirio, de la propia dialéctica del delirio, tiene a diario, lo que pensamos: misterio y recompensa.

2 Comments:

At 10:34 a. m., Anonymous Anónimo said...

Que alguien abra una cuenta para tí en esos bancos del deseo, una cuenta con nombre propio como recibir una herencia de amor que cubrirá para el resto de tus días cada una de las necesidades del alma.

Una cuenta de amor, con nombre propio, escrita desde la honestidad, lo mas bello que un ser humano puede dar a otro.

Un beso.

 
At 4:14 p. m., Blogger inventandomelavida said...

Pues si tú conoces en algún banco, veas a ver si puede ser y abres una a nombre de los dos para cada día y cada momento.

Será hermoso, en efecto, y cubrirá la herencia de nuestro presente y de nuestro futuro.

Un beso

 

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