inventándome la vida

lunes, junio 12, 2006

Vidrios rotos


A todos más de una vez se nos han roto los cristales, los cristales de la casa donde vivíamos, donde teníamos lo mejor, donde atesorábamos nuestro pasado y sobre el que estaba el momento, el mejor momento de cada día. Se rompieron los cristales de aquella ventana tan cerca, tan dentro de nosotros y supimos enseguida que no tenían arreglo, no los íbamos a cambiar porque ni podíamos ni queríamos.

Pero habrá que seguir viviendo, habrá que echar mano, más que nunca, de capacidades de resistencia ante cualquier tipo de rotura. Hacerlo entraña serias y dolorosas dificultades pero a la vez es un claro testimonio de lo que somos capaces de hacer.

No, que no arregle nadie esa ventana rota porque no tiene arreglo, si algún amigo se acerca, que sea solamente eso, un amigo de las mejores conversaciones, de calidez a raudales, para la cual son necesarias generosidades que no suele tener la gente. Pero más allá de esa compañía que podemos prestar, hay personas a las que aunque se les rompa la ventana entera son capaces de soportar el frío, las tempestades, las soledades que entren por los huecos de esos vidrios rotos. Hay personas que dejan el testimonio de ser personas siempre, permanentemente.

Y hoy una vez más me acerco en este caso a una de esas ventanas rotas aunque no sea la propia para asombrarme, para pasmarme, para intentar que me dejen imitar algo, aprender un poco, dar las gracias luego, quizá tener que pedir perdón antes y continuar un camino de la vida que entero nunca le podremos contar a nadie.

Además, antes de marcharme, me advierten, me digan lo que me digan de ti, te consideraré como eres, se sientan a mi lado y me cuentan, me cuentan despacio cómo es posible eso que se te rompan de pronto los cristales de tu vida propia y sigas viviendo para alegría y ejemplo de todos los que tienes cerca.


Intentaré aprenderlo. Ocasión así es difícil volverla a encontrar en alguien. Seguiré viviendo con mis vidrios rotos, aprendiendo a hacerlo, da lo mismo que haya sido el viento, los errores quienes me los hayan roto, de las capacidades propias me alimentaré más veces, aumentaré el empeño y seré hasta capaz de intentar enseñarlo luego.

5 Comments:

At 10:56 a. m., Anonymous Anónimo said...

La vida es frágil, como el cristal, rompe, agrieta, deja cicatrices como las roturas de las ventanas, a través de las cuales uno siente que mas alla de ese vidrio sigue existieno un mundo que late llamándonos para que nos asomemos.

Es cierto, yo no quiero cambiar los cristales rotos,no me importa el frio que entre por ellos porque ese cristal roto me permite asomarme al prado de sentimientos que me ofrece quien ha mirado a través de mi ventana.

No quiero cambiar el cristal, no quiero tapaz cicatrices, solo quiero seguir y hacer sentir que un cristal roto es un balcón asomado a la vida.

Un abrazo especial.

 
At 4:10 p. m., Blogger inventandomelavida said...

La fragilidad de la vida la vivimos a diario, bolbo, todos, más o menos, pero yo sabía al escribir esta mañana sobre los vidrios rotos, que tú no querías cambiarlos, bien que lo sabía. Que ibas a soportar cuanto viento y frío entrara por ellos, dejar así esa ventana asomándote a la vida. Todo eso lo he escrito de una manera muy particular.

Pero no creas, yo también tengo mis vidrios rotos y poco cuenta mi voluntad luego de cualquier rotura. Lo que es cierto es que, aunque quiera ya no tengo forma ni tiempo para cambiarlos. Y aún más triste, nadie va a recoger esos vidrios rotos.

Te intercambio tu abrazo

 
At 7:07 p. m., Anonymous Anónimo said...

Sólo quienes sabemos de "roturas" dejamos que los cristales sigan rotos. Por esas grietas abiertas se asoma una mucho mejor a la vida y mira al cielo desde mucho más cerca. Se ven más próximas las nubes y las estrellas....aunque entre el frío.

Porque ese frío no es el que hiela los sentimientos. Ese frío entra aunque tengamos las ventanas bien cerradas.

Me ha gustado mucho tu escrito. Esos cristales rotos nos acercan más a quienes amamos.

Amanecer

 
At 7:20 p. m., Blogger inventandomelavida said...

Todos tenemos, amanecer, grietas y vidrios rotos, pero como dices no impide que entren los sentimientos, porque todos tenemos alguno pendiente.

Un beso

 
At 12:44 a. m., Anonymous Anónimo said...

Así es.

 

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