inventándome la vida

miércoles, junio 14, 2006

Lo que me duran los días


Hace poco me enseñaron a perderle el miedo a la noche, pero no es suficiente, sino que también me hace falta saber acortar menos los días porque me ocurre que a medida noto que se me acerca el final de los mismos, es como si no supiera cómo terminarlos. Se me quedan cortos, quizá los demás no se dan cuenta que yo cara a la noche valgo menos, camino más despacio, los dolores son más insistentes y es curioso aún no se me ha terminado el día y estoy pensando ya en el día siguiente.

En esa mañana que hago comenzar tan pronto, apenas se hace de día, con mi amanecer solitario, mi café insistente y cargado, un perfume a hembra sin perfume, un “relaxing themes” de Bellini o Pachelbel y unos cuentos eróticos de Iwasalki, conmovedores por haber descubierto el lado oscuro del deseo, la degradación, el sexo a secas.

Pero no es solución empezar demasiado pronto la mañana o aparcar lo más rápido que pueda la noche y acortarla a ratos mirando adrede el reloj de los despidos, de los despertares sin tener que despertarse, una y otra vez. No, no es solución. Habrá que hacer algo para que el día dure lo que tenga que durar, ni prolongue la noche ni anticipe la mañana, que me vaya viniendo cada tiempo como una caricia de la vida que necesito sin pausa pero sin prisa.

Tengo que hablarlo con alguien porque casi todas las cosas hay que arreglarlas hablándolas con quien te escuche, que te diga un momento, dime, dime qué tienes que hoy no estás como estabas ayer. Eso, eso mismo me dijeron ayer.

A ver si consigo saber cómo hacer bien las cosas, la medición de mi tiempo sin medirlo, que me ponga cada vez como me tenga que poner, que no me llueva siempre a destiempo y yo siga huyendo. Necesito una forma de quedarme, una disposición en el carácter, un silencio tal vez para ver si no llueve tantas veces y tan insistentemente.

3 Comments:

At 6:22 p. m., Anonymous Anónimo said...

Quieres apurar el tiempo y no es eso.
Quieres parar el tiempo y no debes hacerlo. El tiempo tiene sus ritmos, sus pausas, no atiende a razones humanas, el tiempo es inexorable. Deja que el tiempo pase pero sin pasar tú del tiempo.
Aprende a contar cada segundo, pero sin contarlo, no huyas ni te quedes.

Solo debes gravitar en el tiempo, él te llevará donde tengas que posarte.

Siempre a tu lado.

 
At 6:58 p. m., Blogger inventandomelavida said...

Más que parar el tiempo es que quiero quedarme con el que más me conviene y la manía de contarlo, sabes, no la puedo evitar.

Eso haré, buen consejo, ni me iré ni me quedaré, ambas cosas erosionan,simplementa estaré y más si estás aquí a mi lado. Me hace mucha falta gente a mi lado.

Necesito compañía y no soy mala compañía.

 
At 10:18 p. m., Anonymous Anónimo said...

Pues aquí estoy y estaré, mientras el tiempo me lo permita, y tú también.

Un beso.

P.D. Certifico que eres una maravillosa compañía.

 

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