inventándome la vida

lunes, diciembre 18, 2006

Mal dormir es una pausa

Cada uno tiene su noche y bien diferente, su propia bruma, su soledad, su angustia que le llueve por los contornos del insomnio, sus derrotas. Pero nunca hay que pensarse vencido, quedan propios adjetivos, metáforas que su recuerdo te servirá siempre, palabras ajenas que te ayudan a llegar hasta que se hace de día. La noche de cada uno es una situación que suele ser muchas veces dolorosa, que la odias como una antigua propiedad mal vendida, pero tiene un amanecer especial que sostiene siempre los recuerdos más favorables y te los trae de nuevo junto a la taza de café, el aliento del libro que te espera.

¡Cuántas veces he escrito sobre mi miedo a la noche! Pocas, para el rechazo que le tengo como un pliegue particular que disminuye siempre todas mis facultades. Me alimento de los murmullos conocidos: el vecino que mira la tele hasta muy tarde, los ruidos del baño, el agua que no cesa del lavabo aunque esté bien cerrado, un teléfono que suena como una mala ocurrencia. Pero al mismo tiempo yo produzco otros familiares que al hacerlos me devuelven cierta firmeza, la seguridad de que mañana los causaré de nuevo.

En los ratos que no duermo, siempre le insisto a la memoria que no duermo, hasta a veces no sé cómo tengo los ojos si abiertos o empañados, se me olvidan hasta los propios olores de mi cuerpo, la manera que tengo de hacerme viejo, cómo ponerme entre las sábanas sin que apenas se note que las muevo. Ahora tengo sobre ellas para mitigar el invierno una colcha de colores, de cuadros de colores que iluminan la penumbra, la intencionada penumbra que produzco porque jamás duermo, jamás he dormido desde niño con las persianas echadas, impidiéndole a mi cuarto que tenga total oscuridad, que yo sepa donde siguen las cosas estando las luces apagadas.

Oscuridades ya tiene uno dentro suficientes. Para dormir a oscuras hace falta una infinita paciencia, un valor que no tengo, una forma de oponerme al caos de haberse hecho de noche y eso es una especie de patrimonio ajeno a la más mínima riqueza propia.

Pero a todo esto le he encontrado remedio, como siempre leyéndolo: que no confunda la noche con que vivo de noche. Tengo siempre un día esperándome, total unas horas más tarde. Mal dormir es una pausa, quitarse los zapatos y esperar cualquier cosa que estás deseando desde cerca. Mi dormir, mi confusión con la noche es una oscuridad primaria para disfrutar luego la claridad que tiene la vida cada mañana.

5 Comments:

At 8:15 p. m., Anonymous Anónimo said...

Te dejo una colcha de cuadros propia para un lectoreterno. Seguro que abriga tus frías noches.

http://members.libreopinion.com/ironcero/gifs/colcha.jpg

 
At 9:39 p. m., Blogger inventandomelavida said...

Seguro, será una colcha preciosa a la cual me abrazaré.

 
At 1:22 p. m., Anonymous Anónimo said...

Una colcha cálida hecha con mucho amor es lo que se necesita sentir sobre la piel a modo de caricia tranquilizadora.

Es un bello regalo.

Los miedos son los fantasmas de la mente por eso hay que desecharlos, agarrarnos a la luz.Tu sabes hacerlo.

Un beso

 
At 1:30 p. m., Anonymous Anónimo said...

El comentario de usuario anónimo es mio, olvidé firmarlo..

 
At 3:12 p. m., Blogger inventandomelavida said...

Sí, me es necesaria para mi sueño una colcha así. Me la dejaron y la abracé.

No siempre soy capaz de eludir los miedos, no creas. La luz la necesito, la necesité siempre, jamás fui capaz de dormir en la oscuridad.

Un beso

 

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