inventándome la vida

domingo, octubre 08, 2006

Me defendí con las palabras


Porque bien escogidas, bien cultivadas son analgésicos para el dolor al igual que en otras ocasiones prolongan el placer como afrodisíacos. Mi vida estos días pasados me ha dejado un hueco como si ya no supiera vivir, como si mi corta sabiduría se hubiera diluido en ese hueco triste que deja las pasiones mal curadas de la vida.

Porque sí, me curaron con una fistulectromía, pero se me quedaron por solucionar las inactividades de allí dentro aunque supe enfrentarme a ellas leyendo como si fuera una especie de oración inalcanzable para los no creyentes en el poderío de la cultura y de los sueños interpuestos.

Dejé pasar así ése tiempo como quien deja consumirse un cigarrillo, intencionadamente mal apagado en un espacio donde no te está permitido ni encenderlo. Una vez terminado ese espacio de tiempo ando ocupado en la tarea de ir devolviéndome a mí mismo mi mejor vida privada: los libros que voy leyendo y que voy sugiriendo, cariños permanentes que nunca pierden sitio aunque alargues las ausencias, andanzas de filósofo y amante empeñado en descubrir mi lado más íntimo y a la vez más vulnerable, mis cartas tristes que hubiera pensado hace más de trescientos años al menos y que me gusta escribir hoy en forma de correos electrónicos que siguen sorprendiendo.

Voy a pedirle nuevamente a la vida, borradores de poemas, la revolución de volver a tener fuerza y juntarlo a la vez con mis ganas de ser vulnerable y frágil como una flor a punto de quebrarse. Me quedaré muchas tardes otra vez despacio esperando yo mismo ser capaz de construir la tarde. Soy como una mala hierba capaz de mitigar todos los dolores y como dije al principio, dejar paso con cada adjetivo suelto, cada pensamiento adhesivo a que llegue de nuevo el placer. O al menos la riqueza de inventármelo.

Me he defendido todos estos días esperando poder volver decir de nuevo mis palabras de poeta sin ningún libro escrito, de amante de la vida porque ya no me queda nada mejor y a ella he vuelto antes que se hiciera tarde.